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Operativo edil logra con éxito decomisar bebidas adulteradas y enlatados en Villa Bolívar D

Dos años de gestión

PRENSA GAMEA | Jue 25.07.24

La primera caja de productos enlatados activó el decomiso que realizó la Alcaldía de El Alto, la Policía Boliviana y el Gobierno durante un operativo registrado en la zona comercial de Villa Bolívar D, donde confiscaron productos enlatados de contrabando y con fecha vencidas; además de bebidas alcohólicas sin registro que se comercializaban en horarios no permitidos. 

La intervención enfrentó la resistencia de algunos comerciantes, lo que llevó a momentos tensos y agresiones hacia la fuerza pública.

“Hicimos el control de diferentes productos junto con personal de Senasag (Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria). Se evidenció que vendían bebidas alcohólicas en horarios no permitidos y expuestas en vía pública. También realizamos controles de inocuidad, durante los cuales se decomisan productos vencidos que son nocivos para la salud”, informó el intendente municipal de El Alto, Carlos Endara.

Aún no era el medio día y el bullicio comenzó en la zona Villa Bolívar D, conocida como Palenque 2. El panorama era con una multitud de comerciantes que cada día abarrotan múltiples calles de ese sector. Los guardias municipales, decididos a proteger la salud pública, arribaron en camionetas y marcaron el comienzo de una operación crucial. 

La aparición del primer funcionario público desató de inmediato una tensión entre algunos comerciantes que comercializaban productos de dudosa procedencia y vencidas, es así que sus puestos de venta fueron clausurados. Esta operación no sólo abarcaba el control de la inocuidad de los productos, sino también la revisión del espacio público que los comerciantes utilizaban para su actividad.

La búsqueda meticulosa de los funcionarios reveló una serie de irregularidades, tal cual leches y sardinas, algunos sin el registro sanitario, otros mal conservados y con fechas de vencimiento pasadas. Además, se encontraron productos sin etiquetas, cuya falta de información generó sospechas sobre su procedencia y legalidad.

Con la agilidad única que requería este tipo de operativos, otro grupo de funcionarios públicos se dirigió rápidamente hacia otras actividades económicas, donde se apreciaba claramente la exposición y venta de bebidas alcohólicas en horarios y días no permitidos. Con revisión puntillosa, los agentes del orden público evidenciaron que los licores eran de contrabando y representaban un peligro para la salud; al final, también incautaron el lote de botellas.

Entre las pocas mujeres del operativo se encontraba Soledad Mamani. Con su barbijo, guantes y red para el cabello se destacaba como la responsable de la inocuidad. En estos operativos, su participación es importante por el conocimiento y experiencia que posee; los guardias la seguían con confianza porque sabían que ella comprendía mejor y dominaba el tema de la seguridad alimentaria.

Mientras el equipo avanzaba entre los puestos de comerciantes, Soledad inspeccionaba con precisión cada producto. Su mirada entrenada detecta rápidamente cualquier irregularidad. De pie junto a una mesa llena de productos envasados, comenzó a explicar a su equipo y a los comerciantes presentes los riesgos a la salud. 

“Estos productos de contrabando son de dudosa procedencia. No sabemos a base de qué están elaborados, en qué condiciones, dónde fueron fabricados y qué ingredientes contienen. En este sentido, estos productos pueden ser peligrosos para la salud pública. Además, la mayoría de los productos envasados contienen sulfitos, una sustancia que puede causar daños gastrointestinales y cáncer”, explicó Mamani. 

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DAA