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De lo analógico a lo digital: los jóvenes de la generación X en El Alto eran puntuales en el horario

Dos años de gestión

PRENSA GAMEA | Mie 18.09.24

En la década de 1980, la generación X, que sigue a los baby boomers y precede a los millennials, vivió entre grandes cambios sociales, económicos y culturales; fueron testigos del paso de lo  analógico a la digital. Jorge Quispe, quien nació el 6 de abril de 1970 y con 54 años de edad, recuerda que en su tiempo, los jóvenes alteños aprendían a usar máquinas de escribir y comenzaban a familiarizarse con las primeras computadoras. 

“Se podría decir que sí (soy de la época de la transición de lo analógico a lo tecnológico), porque en mi época aún era necesario aprender a usar la máquina de escribir. Tener una en casa era un lujo y por eso pocos sabían manejarla. Ya en mi generación vimos la llegada de las computadoras, pero en mi caso, en El Alto, esto ocurrió después de los años 90”, rememora Quispe.

Gran parte de la generación X son hijos de la generación Silenciosa y de los primeros Baby Boomers (1946 – 1964) y ahora sus hijos son millenial o centennials.

Los nacidos en la generación X tuvieron que adaptarse a los cambios en el hogar, trabajo y la interacción social.

La generación X en La Paz y El Alto fue testigo de la época de las dictaduras, un periodo que duró 18 años y tras el retorno de la democracia, varios jóvenes y adolescentes afrontan con sus familias la hiperinflación y el comienzo de la etapa del neoliberalismo. Todo esto, en el ámbito político.

En la etapa de inestabilidad económica, la rutina era diferente. Quispe comenta que “comer carnes, como el pollo y el cerdo era considerado un lujo. Recuerdo que, a partir de septiembre, la gente criaba pollitos para que a fin de año crecieran lo suficiente y pudieran disfrutarse durante las festividades. Comer pollo se reservaba para ocasiones especiales como cumpleaños, Navidad y Año Nuevo.

Moda

El estilo de la generación X estuvo marcado por la extravagancia y el uso de los colores vibrantes con influencias de estrellas del pop de los años 80, como Michael Jackson, Madonna, Prince, Whitney Houston y Tina Turner.

En su juventud, Quispe tenía como referente de moda a Michael Jackson, con ese estilo en el video Thriller, con chaquetas rojas y negras, y su icónico guante blanco. “Michael Jackson impuso una moda muy particular aquí en El Alto, entre 1982 y 1983. Usábamos pantalones negros ajustados, medias blancas y zapatos chinos negros para poder imitar sus movimientos al bailar”, comenta el entrevistado. 

En el caso de las mujeres, Madonna fue un ícono de la moda, con sus colores neón y una mezcla de punk y glamour. Incorporó corsés, faldas de tul, encajes y grandes accesorios como pendientes y pulseras. Su peinado voluminoso y rizado también fue un símbolo de la época.

Las fiestas de esta generación se desarrollaban en las coronaciones de la reina de primavera en los colegios, que se limitaban a una celebración modesta, ya que la juventud era más reservada. 

Quispe recuerda que sus contemporáneos vivieron las fiestas de los ‘chojchos’, en la zona 16 de Julio y Satélite, donde la música en vivo era acompañada por baterías de tambores y eran como una imitación de discoteca, con luces de neón.

En esa época, el sexo era aún un tema tabú y la educación sexual, prácticamente inexistente en las escuelas, tenía el enfoque de respeto y la moral. “El coqueteo solo consistía en caminar y conversar con la persona que nos gustaba. Los primeros contactos físicos, como tomarse de la mano o un beso en la mejilla, estaban cargados de timidez”, recuerda Quispe.

La generación X también se destacaba por su puntualidad. En una época sin teléfonos móviles, las reuniones se organizaban a partir de un acuerdo de hora y lugar específico. “Antes, no teníamos WhatsApp ni celulares y éramos mucho más puntuales. Nos citamos en un lugar y teníamos que estar ahí, a la hora acordada,” explica.

Música

Los nacidos entre 1965 y 1980 vivieron una era musical diversa, marcada por el auge del Rock Alternativo y Grunge, con bandas icónicas como Nirvana y Pearl Jam; así como el Heavy Metal, con grupos como Metallica y Guns N’ Roses. También emergieron el Rap y el Hip-hop, mientras que el Pop alcanzó nuevas alturas con artistas como Madonna y Michael Jackson.

“Nosotros, los jóvenes de esa época, bailábamos y escuchábamos a Michael Jackson, Madonna, Cyndi Lauper, Alphaville. Luego llegó Modern Talking, pero con el tiempo empecé a gustar del heavy metal, escuchando a Europe, Scorpions y todo el glam rock, como Twisted Sister”, cuenta el entrevistado, que vive en el Distrito 2.

En ese entonces, aún no existían los dispositivos de reproducción digital. Todo se escuchaba por la radio, y las canciones favoritas se grababa en casetes para ser escuchadas otra vez. “Comprar discos no era fácil y sólo quedaba esperar a que los pasaran en la radio”, recuerda Quispe.

La radio también era el medio para dedicar canciones. Quispe cita a la emisora El Cóndor que era famosa por sus dedicatorias, un método popular de coqueteo en una época sin redes sociales.

Otra forma de mostrar afecto era regalar flores o caminar largas distancias en pareja, en conversaciones de varias horas. “El coqueteo solía darse en la escuela y consistía en caminar cuadras y cuadras con la persona que nos gustaba, charlando”, explica Quispe.

Familias

“Mis padres eran porteros y yo les ayudaba a limpiar los cursos. Las familias se enfocan en asegurar el pan en la mesa y en que los hijos pudieran estudiar y respetar los valores”, afirma Quispe mientras musita pequeños detalles que le regresan a la memoria.

Esta generación es recordada por su capacidad de adaptarse a los cambios tecnológicos, mientras mantenía vivas las tradiciones. Son quienes preservaron los valores y costumbres de una época que parece lejana.

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DAA