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Abraza a tu mascota o hazle escuchar música el momento que hagan explotar pirotecnia

Dos años de gestión

PRENSA GAMEA | Jue 20.06.24

El reloj marcaba las 20.00 de un 23 de junio cuando pelusa, un perro criollo de color blanco de dos años, salió corriendo despavorido de la casa de la familia Azuly, cuando escuchó la explosión de una matasuegra. En San Juan, es probable que nuestras mascotas sufran por los juegos pirotécnicos, si es así, sólo abrázalos o hazles escuchar música.

Teresa Azuly, dueña de pelusa recuerda que abrieron la puerta para hacer explotar en la acera el amarre de cohetillos. Durante dos meses buscaron a su mascota y un día, sin esperarlo, volvió a casa sucia, desnutrida y maltratada. Había estado encerrada en un terreno baldío. 

“Es mejor tenerlos en casa, abrazarlos y estar junto con ellos, porque los animales sienten. Si tú estás al lado de tu mascota ellos sienten que están protegidos”, informó la responsable del Área de Zoonosis, Olga Poma.

La servidora pública explicó que el uso de los juegos pirotécnicos es difícil de controlar, pero, sí se puede prevenir y se puede ayudar a las mascotas a estar tranquilas, ya que ellos poseen una capacidad de audición más sensible, por ello, tienden a estresarse con mayor frecuencia ante los ruidos fuertes. 

Ante los ruidos de la pirotecnia recomendó mantener a los perros dentro de la casa, ponerles tapones en los oídos, puede ser de algodón; cerrar las ventanas y puertas para que no se pueda escuchar nada.

“Les puede dar taquicardia, ataque de desesperación lo que hace que pueden salir a la calle sin rumbo alguno. Entonces, los animales, en esos casos, están propensos a sufrir algún accidente, pueden ser atropellados. Entonces, el ruido es tan fuerte que no saben dónde esconderse”, aseveró Poma, quien dijo que después de la fiesta de San Juan se reportan varios casos de perros perdidos.

Otra manera de tranquilizarlos, dijo, es hacerles escuchar música o colocarles con una tela larga que rodee su cuello, cruzar por el pecho y atar en la espalda, lo que produce presión en el tórax y sienten como si un humano los estuviera abrazando. 

También mencionó que hay medicamentos tranquilizantes en gotitas, pero que debe ser suministrado con la supervisión de un médico veterinario. Sin embargo, lo recomendable es estar junto con el animal y no sacarlo a la calle.

“Para los animales de la calle es traumático, ya que el ruido los afecta tanto, incluso les puede llegar a dar un paro cardiaco, porque no sabemos la magnitud del ruido que les afecta en el sistema nervioso”, dijo Poma.

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SDC