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Niños y jóvenes de El Alto deslumbran en la entrada folklórica para personas con discapacidad

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PRENSA GAMEA | Vie 25.10.24

La avenida Busch de Miraflores en La Paz se iluminó con la alegría y el talento de los niños y jóvenes con discapacidad de los centros inclusivos de la Alcaldía de El Alto, quienes participaron este viernes en una entrada folklórica organizada por el Ministerio de Educación, donde brillaron con luz propia en sus diferentes coreografías. 

“Estamos presentes en esta entrada con nuestras personas con discapacidad, quienes demostraron su gran capacidad para bailar. Este evento es una oportunidad para que ellos muestren todo su talento. Agradecemos el apoyo de los padres que están acompañando a sus hijos, así como de las autoridades que se suman a esta celebración”, informó el director de Desarrollo Integral, Nohel Soto.  

El funcionario edil mencionó que este tipo de actividades busca promover la inclusión y el reconocimiento de la diversidad. En la actividad participaron niños y jóvenes del Centro Virgen Niña, los Centros de Recursos Pedagógicos y estudiantes del programa “Cru Cru Crujiente” de la Alcaldía de El Alto.

Durante el evento, los niños y jóvenes demostraron que tener alguna discapacidad no es un impedimento para disfrutar y participar de una danza. Al ritmo de diversas danzas autóctonas como pujllay, tinku, morenada, mineritos y potolos, así como salay, moseñada, llamerada y diablada, los niños y jóvenes emocionaron al público con sus pasos. Durante el recorrido, de al menos siete cuadras, varios padres acompañaron a sus hijos aplaudiéndolos y animándolos. 

Soto recomendó a la población no esconder a las personas con discapacidad y ayudarlos en su desarrollo. “Con estas actividades, los estamos integrando en nuestra sociedad, y así como nosotros bailamos, ellos también quieren hacerlo y lo hacen mejor que nosotros”, agregó el entrevistado. 

El entusiasmo también se sintió entre los ciudadanos que presenciaron la entrada. Uno de los más aplaudidos fue el adolescente Efraín Ramos, una persona con discapacidad auditiva de El Alto, quien a través de un intérprete pidió a las autoridades que se realicen más actividades similares, para mostrar el talento que llevan dentro y que, muchas veces, se ve cohibido.

“Estas actividades socioculturales nos permiten mostrar que las personas con discapacidad también podemos bailar. Uno se siente feliz y contento porque muchas veces piensan que no podemos hacer muchas cosas; sin embargo, eso es mentira, nosotros podemos bailar”, enfatizó Ramos detrás de un disfraz de tinku. 

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DAA