PRENSA GAMEA | Mar 30.08.22
Tiene 21 años y busca su independencia económica, Hernán Yana es uno de los 18 adolescentes y jóvenes con discapacidad intelectual y auditiva que “hornean” sus sueños de negocios propios, en el curso ‘Cru Cru Crujiente’ de pastelería que imparte la Alcaldía de El Alto.
“Estoy aprendiendo todo nuevo en pastelería, cómo hacer la masa y todo; ya puedo elaborar cualquier masita que has visto, eso puedo; voy hacer un negocio de pastelería, al principio chiquitito, después grande. Pondré en práctica lo aprendido”, dijo Yana mientras manipulaba con destreza los ingredientes de lo que luego sería un queque.
‘Cru Cru Crujiente’ es el nombre del programa –que durará seis meses- y que acoge a los beneficiarios en el Centro de Apoyo Integral Comunitario Pacajes de la zona San Luis Tasa del Distrito 3.
El objetivo es generar emprendimientos e independencia económica con la terapia ocupacional. “Va ver un cambio rotundo y trascendental en ellos, porque ya saben que pueden salir adelante con sus capacidades; vemos en esta sociedad estigmatismos y falta de empatía. El Gobierno Municipal de El Alto está en esa política de coadyuvar e insertarlos al mercado laboral”, afirmó el director de Desarrollo Integral, Herlan Cabrera.
En esta primera etapa del proyecto edil, adolescentes y jóvenes de entre 16 y 22 años, son capacitados durante 180 días; al finalizar los cursos les entregarán certificados.
La Unidad de Atención a Personas con Discapacidad de la Alcaldía de El Alto y Save the Children en Bolivia promueven este programa desde hace más de tres semanas; hay facilitadoras expertas en lengua de señas.
“Había mucho miedo y susceptibilidad de los padres de familia de los adolescentes y jóvenes con discapacidad, pero con lo que se ha demostrado hasta el momento en el programa, han venido a averiguar, incluso ya hay cupos reservados para la próxima etapa”, añadió Cabrera.
El coordinador Nacional del Programa Adolescentes Protagonistas del Desarrollo de Save The Children, Boris Cortés, dijo: “Lo que estamos haciendo acá es generar recursos y mejorar el equipamiento que se tiene para que estos adolescentes y jóvenes puedan tener un emprendimiento y puedan generar desarrollo económico, puedan tener un medio de vida”.
Para la formación de los adolescentes y jóvenes se adecuó un ambiente municipal amplio, equipado con hornos semi industriales, refrigeradores, utensilios e insumos.
“El aprender lengua de señas a mí me ha servido bastante para poder apoyar y capacitar a diversas poblaciones, no solamente a jóvenes, sino también a papás y a niños; debo agradecer que ellos sean tan capaces, tengan tantas ganas, energía de poder y querer aprender, es lo que nos ayuda para poderles enseñar más y más cosas. Son asombrosos”, ponderó la facilitadora de Save the Children, Maira Laura.