PRENSA GAMEA | Mar 30.07.24
El mundo entero toma atención a las Olimpiadas de París, Francia y muchos atletas se prepararon a un alto nivel, en lugares adecuados y bajo metodologías científicas. El Alto posee las condiciones para el entrenamiento de atletas de maratón o natación, por sus características geográficas, ya que mejoran la resistencia corporal y cardiovascular.
“El clima de El Alto ayuda mucho para el entrenamiento de los nadadores, más que todo por la resistencia, por la altura, porque estamos a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar y te ayuda para la oxigenación de los pulmones. A quien entrena aquí le ayuda más que todo en la resistencia y en hacer kilometraje. (…) clara muestra de eso son las competencias que hacemos con nuestros nadadores alteños”, informó el entrenador de natación, Rubén Aramayo.
Al ingresar a la piscina semiolímpica de El Alto, lo primero que llama la atención son los cristales de las ventanas y puertas empañados por la combinación de la temperatura cálida del agua y el vapor del aliento fatigado de niños y jóvenes en pleno entrenamiento. Desde los más pequeños, ya se observa una sorprendente destreza en sus movimientos, ya que cada brazada y patada prueba su dedicación y esfuerzo.
Sus miradas, cargadas de determinación y concentración, revelan el esfuerzo y la pasión con que se entregan en cada entrenamiento. Cada brazada los acerca un poco más a sus sueños, desde representar a su ciudad en competencias nacionales e internacionales, hasta alcanzar la cúspide que serían los Juegos Olímpicos.
Este arte de nadar no solo se define por las habilidades adquiridas, sino también por una resistencia y fortaleza única que la altitud de El Alto puede proporcionar.
El entrenador Ruben subrayó que la altitud de la urbe alteña no solo mejora la capacidad pulmonar de los atletas, también fortalece su resistencia mental, crucial para el éxito en la natación. Reconoció las ventajas de entrenar en el altiplano, como el desarrollo de una resistencia robusta, pero también consideró las desventajas en comparación con el entrenamiento en los llanos.
“Por ejemplo, en Santa Cruz hay más velocistas, mientras que en la ciudad de El Alto somos más fondistas. Es decir, aquí tenemos una mayor resistencia y capacidad pulmonar. Por eso, es crucial aprovechar la altura para potenciar estos aspectos”, aseguró el entrenador.
Aramayo está convencido de que El Alto está lleno de talentos en la natación, pero el verdadero desafío es descubrir y cultivar el potencial de cada nadador para que sean los deportistas que representen a Bolivia en competiciones de alto nivel, como los Juegos Olímpicos.
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DAA