PRENSA GAMEA | Jue 15.08.24
La festividad de la Virgen de Urkupiña, que se celebra en Cochabamba, también se replica en El Alto con una feria artesanal del nombre de la advocación mariana, impulsada por la Alcaldía. Este evento reaviva la tradición de las miniaturas y la creencia de que, al romper piedras, se abre camino a la prosperidad, salud y suerte.
“Estamos con los artesanos de la Asociación Wara Wara, instalándose desde mañana (jueves), hasta el domingo, en una feria donde se ofrecerán miniaturas. Lo más importante de este evento es la tradición de romper piedras, que se ha llevado a cabo durante los últimos cuatro años”, informó el director de Desarrollo Productivo Artesanal, Julio Quispe.
La feria de la Virgen de Urkupiña se llevará a cabo en la urbanización del mismo nombre, en el Distrito 8, hasta el 18 de agosto. Este evento se destaca por su innovadora combinación de tradiciones, música, gastronomía y el comercio de miniaturas.
Los asistentes pueden adquirir diferentes miniaturas de Alasita, como billetes, títulos profesionales y figuras hechas en yeso, como casas, autos, negocios, entre otros, que simbolizan los sueños que uno desea alcanzar.
La feria cuenta con la participación de media centena de expositores de la Asociación ‘Wara Wara’. Muchos devotos llegan al lugar para hacer sus peticiones a la Virgen de Urkupiña y también participaron en la misa que se preparó en su honor.
Dentro de las actividades se tiene también la tradicional rompedura de piedras, al igual que se hace en la fiesta mayor de la Virgen de Urkupiña en Cochabamba.
Para muchos fieles, romper piedras representa superar obstáculos y desbloquear oportunidades para un futuro mejor. Además, se cree que los pedazos pétreos obtenidos en este ritual, que las personas se llevan a casa, simbolizan fragmentos de sueños. Estos se ch’allan con alcohol para pedir que los deseos se cumplan.
La secretaria general de la Asociación Wara Wara, Mónica Mamani, dijo que esta urbanización está muy arraigada a sus tradiciones, ya que cada año, en honor a la Virgen de Urkupiña, desarrollan actividades como un bautismo comunal, una entrada folklórica y el ritual de romper piedras.
“Somos muy tradicionalistas y esta festividad de la Virgen de Urkupiña es muy significativa. En mi experiencia personal, el año pasado rompí una piedra con toda fe y devoción, y al llevarme el fragmento, logré comprarme un terrenito”, aseguró Mamani.
Otra actividad es la compra de miniaturas, que son llevadas a la iglesia para ser bendecidas y luego se envuelven con la humareda de un sahumerio. En ambos rituales el anhelo es que se haga realidad el sueño de las miniaturas.
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DAA