Dos años de gestión

Feria de Ramos: cuatro generaciones ‘tejen’ cruces de palmas contra las ‘maldiciones’

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PRENSA GAMEA | Jue 06.04.23

Sobre una acera de la carretera a Copacabana, repleta de comerciantes, en la Feria de Ramos de El Alto, Fasesa Gamboa, de 35 años de edad, ofrece diversas cruces, canastas, ramos, anillos y otros tejidos en palma. El talento que adquirió le fue heredado de su madre y abuela, y trascendió por cuatro generaciones. Además, es conocedora de la fe en los objetos, que en mayoría llevan para ‘romper maldiciones’ en casa.

“Nosotros vendemos palmas, ya hace muchos años atrás. Primero empezó mi ‘abuelita’, después mi mamá, mis hermanos mayores; después yo y mis hijos, aunque ellos recién están aprendiendo a vender y hacer ‘ramitos’”, relató la señora comerciante.

Sentada en un banco de madera explicó que tanto su abuela y ella transmiten toda la simbología que encierra cada una de las figuras que elaboran. Dijo que las palmas, principalmente, son para “proteger de las maldiciones”.

“Todas las familias llevan para sus hogares, para protegerlos de la envidia, enfermedades y maldiciones. Más que todo los ‘ramitos’, bendecidos, protegen y cuidan el hogar. Las ‘palmitas’ se ponen detrás de la puerta; las cruces, en las ‘cabeceritas’ donde dormimos y esos nos protegen de todo”, comentó la entrevistada.

La pasión de Fasesa por el arte de tejer palmas se extiende más allá de la habilidad en sí, porque para ella es una “conexión con sus raíces y su cultura”. A través de su arte, se siente conectada con su abuela y madre. Es por eso que enseña esta habilidad a sus hijos, con el mismo amor y paciencia con la que aprendió de su progenitora.

“Yo he aprendido de mi mamá, que desde ‘chiquitita’ me ha enseñado a tejer y de la palma se puede hacer varias cosas, como ‘crucecitas’, ‘canastitas’, ‘ramitos’, anillos y nosotros le ayudamos a mi mamá desde que éramos pequeños, y por eso hemos aprendido. Ahora, incluso mis ‘hijitos’ tejen y siempre les digo que me ayuden para que desde pequeños aprendan”, narró la artesana.

Ahora, ella junto a su madre recuerdan sus inicios en artesanías y se establecieron en la Feria de Ramos, hace 30 años, aproximadamente. Fasesa aprendió el oficio cuando solo tenía cinco años y ahora su hijo, de la misma edad, continúa con esos pasos.

“Hemos empezado desde el principio de la feria, porque somos vecinas del sector, ya son varios años que participamos de esta feria y yo, desde que tenía cinco años, acompaño a mi madre, desde hace unos 30 años”, comentó la mujer.

Con una sonrisa en el rostro, Fasesa confesó que cada año espera con ansias la llegada de la Feria de Ramos, porque es un “momento en el que su pasión” por trenzar palmas se convierte en el trabajo diario, labor que “ama” y disfruta hacer. “Esta feria es muy bonita y muy esperada para nosotros, porque nos gusta tejer, me gusta las cositas que hacemos y la gente viene a comprarse con mucha fe y eso es bonito”, agregó.

La artesana es conocida en el evento e invitó a la población a visitar los puestos de exposición en la Exparada 8 y aseguró que es el evento “más destacado” de El Alto. Durante esta feria participan expositores de las 20 provincias del departamento de La Paz. Gamboa explicó que en estos días rematan varios productos a precios bajos.

“Invitamos a toda la ciudad de El Alto y de La Paz, a que vengan a visitarnos a la Feria de Ramos que va a estar hasta el 9 de abril y como verán, ahora ya están rematando sus productos”, afirmó la artesana alteña.

DAA – CHQ – DLP

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